El sector inmobiliario se encuentra en constante crecimiento en nuestro país, sin embargo, dentro del mismo es indispensable el análisis de mercado para poder dirigir las inversiones hacia los segmentos que las requieren, como lo es el de la población de ingresos medio-bajos. Este sector busca inmuebles de precios accesibles y acordes a sus capacidades, sin encontrar respuestas suficientes ni adecuadas.
US$ 8.000 MILLONES SERÍAN DESTINADOSA VIVIENDAS
Considerando un crecimiento nacional promedio de 4% anual, se considera factible esperar que el PIB de la economía paraguaya aumente en US$ 30.000 millones en los próximos 5 años, de los cuales aproximadamente US$ 8.000 millones serán destinados a viviendas. Esto demuestra la tendencia creciente del sector inmobiliario, con aumentos recientes en la demanda y la oferta de diferentes tipos de inmuebles.
Además, la estabilidad macroeconómica posibilitó y contribuyó al crecimiento del sector, en conjunto con las medidas adoptadas por el gobierno que lo favorecen; como por ejemplo, las mejoras en la planta cementera introducidas en junio del mismo año con la instalación de una maquinaria nueva por el valor de US$ 3.000.000 a fin de mejorar la producción de cemento y reducir costos. Este hecho posibilitó una reducción en el precio del cemento por parte de la Industria Nacional de Cemento (INC) en marzo del 2015, con el objetivo de fomentar la expansión de las construcciones, y por ende del sector inmobiliario.
PARTE IMPORTANTE DE LA DEMANDA NO ENCUENTRA RESPUESTA
Sin embargo, el hecho de que coexisten una oferta con precios elevados y una demanda con recursos limitados representa una debilidad del sector. En efecto, en los últimos años se desarrollaron muchos proyectos y obras en determinadas zonas de la ciudad de Asunción enfocadas al segmento socioeconómico elevado y que no responden a la demanda total existente en la actualidad, con precios que no coinciden con lo que el mercado puede y está dispuesto a pagar.
De esta manera, es necesario el empleo del análisis de mercado, de modo a que el rubro pueda seguir creciendo, buscando satisfacer la demanda de departamentos y casas de personas de ingresos medios y medio-bajos, que constituyen el segmento poblacional que no está encontrando ofertas adecuadas a sus preferencias y posibilidades de pago.
Considerando a las personas que ganan entre dos y hasta menos de tres salarios mínimos como clase media baja, se encuentra que este grupo de personas representa el 14,2% de la población de Asunción y Central. Es decir, aproximadamente 98.155 personas corresponden al nivel socio-económico medio-bajo. Asimismo, considerando a las personas que ganan más de tres salarios mínimos como de nivel socioeconómico medio-alto, ellas representan el 11,2% de la población de Asunción y Central, o 77.418 personas. La suma de ambos alcanza un 25,4% de la población del área, es decir, aproximadamente 175.572 personas de Asunción y Central son potenciales demandantes de viviendas con las características y los estándares de calidad medios y medio-altos.
Además, en los últimos años se han visto cambios culturales en cuanto a la selección de viviendas, cada vez son más las personas que optan por vivir en departamentos. Esto se debe, entre otros motivos, a que hoy los metros cuadrados son más costosos y los grandes terrenos en Asunción se volvieron prácticamente inaccesibles a las personas de ingresos medios y bajos.
Asimismo, otro de los cambios observados es la migración de las familias a los alrededores de Asunción, que presenta dos flujos interesantes. Por un lado, están las familias que migran desde Asunción hacia los alrededores que generalmente desean establecerse en zonas cercanas, con fácil y rápido acceso a la misma, pero a precios más accesibles; por el otro, se encuentran las familias que migran desde campo hacia la ciudad en búsqueda de oportunidades para obtener mejores ingresos. Esto ha conducido a una expansión horizontal de Asunción y su área Metropolitana, especialmente vinculada a las principales rutas de acceso y salida de la misma.
De esta manera, las ciudades limítrofes y en las cercanías de la capital como Lambaré, Fernando de la Mora, Luque, Mariano Roque Alonso, Limpio, Villa Elisa, Ñemby y San Antonio se encuentran recibiendo un flujo importante de personas que buscan vivir en las cercanías de Asunción pero a precios accesibles. Además, las mismas se encuentran en un proceso de modernización de las viviendas e infraestructuras que conduce a una mayor demanda de servicios públicos y privados y a una expansión del comercio.
Otros ejes en el que se instalan las familias son las zonas de las rutas 1 y 2, ciudades como Capiatá e Itaguá, sobre ruta 2, e Itá y J. A. Saldivar, sobre ruta 1. Estas últimas han crecido a tal punto que en el periodo 1994-2002 su urbanización creció más del 10% y hoy en día sigue expandiéndose aunque a un menor ritmo debido especialmente a la migración campo-ciudad.
Estos factores nos muestran que el sector inmobiliario se encuentra creciendo en el país, sin embargo, es indispensable planificar las inversiones para dar respuesta adecuada a la demanda existente y adoptar medidas que propicien las inversiones dirigidas al segmento de personas de ingresos medios y medio-bajos, quienes buscan viviendas más accesibles, optando por espacios más pequeños, con menores lujos y en los alrededores de Asunción.